DOPING CON NITRATOS: UN SECRETO A VOCES

Hace ya más de un año, recogía aquí un estudio en el que se demostraba la efectividad de un suplemento rico en nitratos (zumo de remolacha) sobre el rendimiento deportivo. En aquella ocasión bromeaba yo sobre la posibilidad de sustituir las bebidas isotónicas por el jamón (alimento que contiene nitratos, añadidos durante su elaboración). Pues bien, parece que el asunto está más extendido de lo que yo pensaba, de tal manera que la rumorología deportiva asegura que en determinados deportes de los que implican un esfuerzo diario sobrehumano, el uso de suplementos alimenticios ricos en nitratos está bastante extendido.

Y es que la efectividad es más que evidente. En este estudio publicado recientemente en el “Medicine & Science in Spots & Exercise” (una revista), se obtuvieron mejoras del orden de casi el 3% de la potencia total desarrollada durante una prueba ciclista real mediante el consumo del ínclito zumo de remolacha. Parece poco, pero es una pasada: en el pasado mundial de ciclismo celebrado en Copenague, en la prueba contrarreloj la diferencia entre Tony Martin (ganador) y el Bradley Wiggins (segundo) fue de 75 segundos, poco más del 2% del tiempo que empleo Tony Martin en realizar el recorrido. Y entre el segundo y Cancellara (tercero) hubo 5 segundos. La cosa no es tan sencilla como me tomo el suplemento y mejoro un 3% mi tiempo, ni mucho menos, pero ayudar, ayuda. En este otro artículo se comentan en detalle los efectos de los nitratos en el rendimiento deportivo, y en esta página de José Antonio Hidalgo Martín se glosan algunos de los estudios al respecto (y en español).

¿Y qué suplementos se pueden usar? La rumorología popular habla de extractos de espinacas o de berros. De manera natural muchas verduras de hoja verde contienen cantidades muy elevadas de nitratos. Tan es así, que en muchos productos cárnicos se añaden extractos de espinacas o de acelgas, consiguiéndose de esta manera la adición de nitratos requerida, pero evitando tener que reflejar en la lista de ingredientes el E-251 o el E-252, que quedan muy feos.

Si bien el consumo de las cantidades de nitratos actualmente permitidas por la legislación en los alimentos no parece tener ninguna repercusión sobre la salud de los consumidores, un consumo excesivo y continuado en el tiempo, en aras de buscar un mejor rendimiento deportivo, sí podría tener consecuencias negativas. En este artículo publicado en el Journal of Applied Physiology (en el que también reflejan el cada vez más extendido uso de nitratos entre los deportistas) advierten de los riesgos del uso de nitratos; en primer lugar citan la posible confusión con nitritos, cuyo consumo es altamente tóxico (cita el caso de un atleta que cometió dicho error). Por otro lado, parte del nitrato puede pasar a nitrito en los alimentos, por acción de diferentes bacterias; incluso esta transformación puede tener lugar en el interior de nuestro organismo. A partir de este nitrito, pueden generarse nitrosaminas, que son carcinogénicas. En pequeñas dosis no pasa nada, pero en altas y continuadas, quién sabe.

Pues nada, si alguien lo ha probado (chutazo de nitratos con concentrado de espinacas, con zumo de remolacha o con pastillazo), que nos cuente su experiencia subjetiva. Y que no se preocupe, la AMA no ha includio aún las espinacas de Popeye en su lista de sustancias prohibidas para el 2012.

La obra es “Cartel para la cadena de bicicleta Simpson” de Touluse-Lautrec.